En Minneapolis, la ciudad donde Floyd murió el lunes después de que un policía blanco le presionó una rodilla en el cuello y la mantuvo allí durante más de ocho minutos, el gobernador de Minnesota Tim Walz movilizó por completo a la Guardia Nacional del estado y prometió una demostración masiva de fuerza para ayudar. Calmar los disturbios que se han vuelto cada vez más destructivos.
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"La situación en Minneapolis ya no tiene nada que ver con el asesinato de George Floyd", dijo Walz. "Se trata de atacar a la sociedad civil, infundir miedo e interrumpir nuestras grandes ciudades".
El sábado, después de una noche tumultuosa, multitudes racialmente diversas volvieron a las calles para protestas pacíficas en docenas de ciudades. Las protestas del viernes también comenzaron con calma, en ciudades desde Nueva York hasta Oakland, California, desde Atlanta hasta Portland, Oregon, antes de que muchos cayeran en la violencia.
Al menos dos muertes estuvieron relacionadas con las manifestaciones; cientos de personas fueron arrestadas y la policía usó porras, balas de goma y gas pimienta para hacer retroceder a las multitudes en algunas ciudades. Muchos departamentos informaron que los oficiales resultaron heridos, mientras que las redes sociales estaban inundadas de imágenes de la policía usando tácticas contundentes, arrojando a los manifestantes al suelo, usando bicicletas como escudos y pisoteando a un manifestante mientras montaba a caballo.
